Ingredientes
Para la base:
- 175g de harina
- 100g de mantequilla fría
- 25g de azúcar
- 1 huevo
- 6g de levadura en polvo
Para la capa de queso:
- 2 yemas de huevo
- 500g de ricotta
- 40ml de aceite de girasol
- 115g de azúcar
- 8g de azúcar de vainilla
- 15g de almidón
- 5ml de jugo de limón
- 2 claras de huevo
Para decoración:
- Azúcar glas
- Fresas
Preparación
- Precalienta el horno a 180°C (360°F). Forra una lata de fondo suelto de 20 cm con papel pergamino.
- En un bol, combina la harina, el huevo, la mantequilla fría, el azúcar y el polvo de hornear. Comienza usando una batidora de mano con ganchos de masa para desmenuzar la masa y luego continúa amasando la masa con las manos.
- Extiende y presiona firmemente la masa de base sobre la base y el lateral de la sartén. Pincha la base con un tenedor para evitar que suba. Transfiere al horno y hornea durante 10 minutos o hasta que esté ligeramente dorada. Retira y deja enfriar mientras preparas el relleno.
- Reduce la temperatura del horno a 160°C (320°F).
- En un tazón grande, bate las yemas de huevo, el azúcar, el azúcar de vainilla, el almidón y el aceite de girasol hasta que estén bien combinados. Agrega la ricotta y sigue batiendo hasta que quede suave.
- En otro tazón, bate las claras de huevo hasta que se formen picos suaves, agrega el jugo de limón y continúa batiendo hasta que estén firmes. Transfiere los picos al tazón con la mezcla de queso y revuelve con cuidado para combinar.
- Vierte la mezcla sobre la base preparada y hornea durante 45-50 minutos. Una vez que el pastel de queso esté listo, apaga el horno y abre la puerta. Deja que el pastel de queso se enfríe durante aproximadamente 1 hora y luego retíralo del horno para que se enfríe completamente.
- Decora con azúcar glas y fresas, corta y ¡disfruta!