Precalienta el horno a 160°C (320°F) y coloca una bandeja con agua caliente en la rejilla inferior del horno para crear un ambiente húmedo.
En un tazón grande, bate el queso crema hasta que esté suave y sin grumos.
Agrega la mitad del azúcar (50g) al queso crema y mezcla bien.
Añade las yemas de huevo una a una, batiendo después de cada adición.
Incorpora la mantequilla derretida y la esencia de vainilla a la mezcla de queso crema. Mezcla hasta que estén bien combinadas.
En otro tazón, tamiza la harina y la maicena juntas y agrégales a la mezcla de queso crema en varias adiciones, alternando con la leche tibia. Comienza y termina con los ingredientes secos. Mezcla hasta que la masa esté suave y uniforme.
En un tazón aparte, bate las claras de huevo con una pizca de sal hasta que formen picos suaves. Agrega gradualmente el resto del azúcar (50g) mientras continúas batiendo hasta que las claras estén firmes y brillantes.
Incorpora las claras batidas a la mezcla de queso crema en tres adiciones, con movimientos suaves y envolventes para no perder el aire.
Vierte la mezcla en un molde para pastel previamente engrasado y forrado con papel pergamino.
Hornea en el horno precalentado durante aproximadamente 60-70 minutos, o hasta que el pastel esté dorado en la parte superior y un palillo insertado en el centro salga limpio.
Deja enfriar el pastel de queso japonés en el molde antes de desmoldarlo. Luego, refrigéralo durante al menos 3 horas o hasta que esté bien frío.
Si lo deseas, puedes espolvorear azúcar glas sobre el pastel antes de servir. ¡Disfruta de este suave y delicioso pastel de queso japonés!